VERSOS DESCONGELADOS

Versos sin yugo para volver a escribir, para regresar sin forma buscándola en la oscuridad plena. Con la habitación llena de moho y el alma vacía de espíritu y caída por las hendidura de temblores que sacudieron los fundamentos de este piso que cede conmigo adentro.
1/ VIVIENDO EN RECOLETA
Con las flores absorbiendo del panal cercano, su pena;
has habitado abatida sobre los cordeles de tu mísero equilibrio,
y casi has muerto pero no.
Tendido tu cuerpo, precipitada al pangea de tu futuro infierno;
soberano han de clamar por ti las miles de parcas que asistiendo a perros están.
Me he acercado dudando en tocarte, pero un suspiro atrajo del silencio tu voz.
Tome tus manos como elástico consiguiéndote erguir,
y pasando mis brazos por tu espalda otro suspiro robé
para mí.
Tomé el pulso... 20, 23 segundos y seguro de tu recuperación
asentí tu bienestar para luego tomar té mientras alcohol olías
en tu compensación.
Y crujían mis dientes cuasi huecos en desazón del chirrido
de los huesos bajo mis pómulos 
(...)
Y crujían mis dientes cuasi huecos en desazón del chirrido
de los huesos bajo mis pómulos. Usaba también las palmas de
las manos para secar los ojos, para llorar queriéndote y así llorar bien.
Dos sorbos más de té y después de pocos pasos pude tomarte
en mis brazos, coloqué mi mano en tu hombro sin presión alguna.
Viejos somos, qué tan viejos hemos de morir.

2/ TANTO CRECIÓ ELLA
Sin haber nacido ella creció,
En mi mente alborotada creció ella
Fue ahora cuando renació, a imagen
De este poema.
En los riachuelos que cruzo
Para expandir de las veredas sus surcos,
Sobre mis manos largas
Y en ellas muchas cartas, creció .
Y se hizo mía, cediendo a la calma;
En mí creció (nunca fue mía)
En mi angosta paciencia
Llena de albores y displicencias
Conmigo creció, sin amarme
Pero yo amándola a ella, y crecimos juntos
Mientras la poesía me encontraba
Y yo encontraba a los poemas,
Con las ruinas caídas sobre mí.
(...)
Y los cuerpos frágiles exhumados.
Con la poesía fui testigo de un mayor encanto, Que conmigo creció, conmigo se ha ido.
Expió mis memorias, esas que me otorgarían un castigo; Sobre mi corazón creció, recibió sin leer
Todos mis poemas.
Y con mis poemas también creció,
Sin tener diferencia crecieron los dos.
Los poemas y ella fueron creciendo,
Pero quedaron los poemas, solo los poemas;
Porque un despido anticipado de mí recortó,
Amputó mis vacilaciones,
Cercenó mi vida tranquila e indispuesta,
Podó como ave desgarradora,
Seccionó cada verso hasta obtener mi amnesia,
Y en un tinelo me acogió.
No dio tiempo a las respuestas y sus dudas
Ella creció, fuera de mí. Dentro de ella

3/ ¿CÓMO SE PIERDE EL AMOR?
Alguien me preguntó en sus novecientos años
¿Cómo se pierde?, se pierde
En las heridas que se abrieron
Que nadie pudo curar, que se expusieron;
¿Cómo se pierde?
Cuando no decidieron abrirse los lirios
Y en su inicio desecaron, se escondieron
De la naturaleza, su mano
¿Cómo se pierde?… y esas azucenas convergieron En sus ramas, sus raíces; obviaron ver al sol
Y como pepitas de oro guardaron reposo Cuando alguien hubo de encontrarlas Y en su fulgor dorado las mostró.

4/ CRASO ERROR
No vueles muy alto, no te entregues tan a prisa porque puedes equivocarte, puede que estés tirando del cordón equivocado, del que va a romperse pronto. Ten calma, no te envalentones del todo cuando no estás muy seguro. Qué miserable vida puede atacarte ahora, en las mieles del Hades, atrayentes y tortuosas.
Ve a paso lento, sonríe más si es necesario y aunque no te salga una sonrisa, fuérzala y pisa fuerte sin caerte antes o después. Quédate quieto si es preciso, vuélvete inmóvil y respira profundo antes de decidirte, vigila a tus espaldas porque la ilusión corrompe miedos y los vuelve en tu contra.
Mírame a los ojos pegándole al espejo, y por una maldita vez hazme caso. Sé cauteloso, no te vuelvas fanático de tu delirio.

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