NON SCRIPSI VOBIS NOSSE ME
#1
En el huerto,
solaz y empobrecido perdí la mente en tu voz que a espalda mía hizo eco y en mi pecho retumbó.
solaz y empobrecido perdí la mente en tu voz que a espalda mía hizo eco y en mi pecho retumbó.
Giré para de un saludo largo atrapar tu adiós, que ya se esfumaba en el frío y con otras voces desapareció.
Una vez más, para mis adentros el invierno seco, de un soplido resquebrajó mis labios y en un instante se congeló mi voz.
#2
Mi prisa es mayor los días impares; si fuera gibón fracasaría, pero tal dicha no llevo.
En tanto encuentre un camino de atajo; mi tiempo avanzaría, yo sé, más rápido.
Correría cansado y sin llegar temprano diría a los próximos: cuánto tiempo ha pasado.
De Tolentino a Malta, a Floriana he llegado con el finde caduco y los minutos disparados.
La próxima vez sin brújulas ni faros encontraré en mis estorbos delirios qué escribir y así luego contarte.
#3
Existía en tus ojos; esto es,
tras los cristales antepuestos;
dulzura para quien los viese,
y brillantes se asomaron.
tras los cristales antepuestos;
dulzura para quien los viese,
y brillantes se asomaron.
Sin buscar caras o gestos pero
encontrándolos también
encontróme a mí.
encontrándolos también
encontróme a mí.
*
Tras un hiato de vanidad insulsa
volví en mí para fijarme pronto en sus iris,
siendo sus cuencas cofres de tesoros.
Tras un hiato de vanidad insulsa
volví en mí para fijarme pronto en sus iris,
siendo sus cuencas cofres de tesoros.