CUESTIÓN DE AMOR

PRIMERA PARTE

#1
Déjame
Advertir a las masas de
un camino que crearé, un
camino sin espacios terrenales
donde el volar sea posible;
y dejar los perfumes de nuestras
alas invisibles.
Déjame también, escoger
tu aureola que brillará en el
camino con rastros
incompletos.
Déjame soñar despierto
y despertarme dentro de
mis sofocantes sueños, una
fría lluvia me despertará.
Déjame doblar mis anulares
y pensar en ti si lo
deseo, apretar mi mentón
quedándome quieto,
viviendo para ti.
Déjame absorber el tiempo
y añadirlo mientras me acompañas,
aplazando las horas con minutos
y los segundo con el cruel
silencio.
Déjame unir los días luna a noche
sin que se interpongan los
cometas
y mientras el sol (si ayúdame)
se vuelva gris y alumbre
a oscuras.
Déjame a ti acercarme
y contarte mis secretos.

#2
Paredes levantadas sobre un río brillante
Esconde en las veredas, vacío redundante
Eximen en su encanto el brillo reflejado
Paredes, cielo y llanto; el río: cruel presagio
De la noche ventosa que nos advierte,
Presenta en peligro un amor creciente.
Los amantes prenden velas, caminan desorientados
Aún la noche quieta los vuelve “bienamados”
Y las paredes rústicas, cual sueño lusitano
Va perdiendo en su forma, a siluetas atrapadas
En un sueño soberano…la plataforma erguida
Va perdiendo a los amantes
Soltando caricias mudas, algún rincón palatino
Que se confundió con el río, su cauce y el puente
Una noche tan distante, nuevamente traga a los amantes
Sombras mustias como el ensueño acabado,
Gran placer de los humanos que se sienten despreciados
Pero humanos, amantes
Y citase el puente de nuevo, en noche escarlata, presente
Van juntándose nuevamente, las ondas del río y su Luna
Van las almas conjuntas, gran amor de la noche
Se consumen ternuras, la noche es triste o es gloria
Las estelas van llamando a los amores del puente
Van colgados a una, y ninguno se arrepiente.

#3
Hemos venido corriendo, tú trotando, lo sé
Los cabellos ondeando, son un grato placer
Mi voz, chimenea de algún repudio…
Voy siguiendo mareas, aun en mañanas crudas
Y del mar a la rivera, regresando mientras miro
Unos dulces ojos, no me miran; me detengo
Alguna pestañeada se entromete, realmente
Voy exclamando a los vientos, me lleven
Tan cerca o muy lejos
Vas gritando tras mío, no te espero…corro
Hemos vuelto a la mar, nuevamente en el día
He girado de pronto, estás muy lejos…
¿Lo sabías?, talvez sea incierto, parezco huir
Cercano a la orilla me voy hundiendo
Pero sigo respirando, tragando agua sin saberlo
Aun me sigues, ¡qué ruego!, van tus pies silentes,
Blancos y ajenos ahogándose junto a mi rastro
Has quedado empapada.

#4
Desgarra mi rostro y abre sobre mi abdomen buscando mis entrañas, conoce esa belleza que buscas, la que llevo muy adentro según tu comentario.
Niña sin mirada directa, camina rápido, aumenta tu caminar antes de seguir hablando, porque seré tosco en mi definición de belleza.
(...)
Y alguna vez fuiste luz; pero pronto se apagó.

#5
Tu sonrisa
creada para mí,
es vandalismo de la noche
que sobra en las playas.
Tus besos
besos míos en tus labios,
labios míos
que mojaré.
Mis dedos en tus labios
y la expresión tuya,
la sensualidad que exalta
tu reír, mi carcajada
Tu lengua
refrescando tus labios
que secos en el sol
olvidé besar
Cada minuto que te espero,
que se vuelve un día largo,
insoportable en la premura de
los cielos. El Amor a veces no se toca.
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